Todo respira paralizado,
un enjambre de silencios desborda
la discontinua sensación de la oscuridad,
yace mi cuerpo anhelante
fracturado y urgente,
si la noche murmurara
en un imposible lenguaje
su cometido
la pena sería su canto desesperado,
embebido de angustiosa pulsión
y ungida ofrenda,
y tu cuerpo ubérrimo
el verbo por toda respuesta
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